Bosco Pelayo entra en campaña

¡Españoles! ¡La hora es gravísima! Deseo expresar mis palabras hoy, siempre al servicio de la indeclinable nobleza y gallardía del pueblo español, y no mañana sábado… pues tal cosa sería violentar la jornada de reflexión, como suelen hacer ciertos partidos y grupúsculos anarcomarxistas-leninistas. Y yo, entrar en un juego al servicio de Caracas y de la Internacional Anarcomasona… ¡JAMÁS!

La Pérfida Albión, siempre yendo a contracorriente de lo que la Raza europea y nuestra pujanza común demanda, ha decidido abandonar el seno de la Unión, noble institución que ha logrado una Europa tan fuerte y unida como no recordábamos desde los gloriosos y épicos tiempos del III Reich. Pues bien: ¡precisamente ese destino de aislamiento y marginación en los mercados y foros internacionales es lo mismo que puede sufrir España si el domingo mis compatriotas cometen un craso error y permiten, permitimos, que las hordas bolivarianas, perroflauteras, rompespañas y comunistas conquisten el Palacio de La Moncloa!

bosco pelayo

¡Españoles! Mi viril voz vuelve a tod@s vosotr@s.

Si tal cosa sucede y entre Pablo I el Chavista y Pedro I el Inane se reparten nuestra sacrosanta Patria, en breve sufriremos tod@s las dantescas consecuencias: salida del euro, expropiación de bancos y empresas, imposición del chándal español como prenda oficial del régimen, quema de iglesias (que no de Pablos, por desgracia) y de conventos, legalización de la eutanasia, la zoofilia y los psicotrópicos de Capricornio, abolición de la Tauromaquia y otras fiestas de guardar, desmembración total de España y su transmutación horrenda en una bizarra amalgama de taifas y, lo peor de todo: reforma educativa que incluya asignaturas como «Guerrilla urbana y cócteles molotov», «Yihad, budismo, luteranismo y Macaco» o «Cariocas, djembés, monociclos y hackies como herramientas de expresión personal». De esta forma, habrán logrado atar a las nuevas generaciones en las tinieblas del marasmo populista y radical.

Por todo ello es preciso un candidato vigoroso, viril, determinado, sapiente, intrépido, audaz, elegante y apolíneo. Un hombre (por supuesto, una frágil y grácil fémina al frente de la Patria agravaría la situación) con gran capacidad dialéctica, retórica y de dicción. Un hombre que sea un titán de la política, una eminencia. Un patriota, un español recto, como Dios manda, de bien, de orden y de los que se visten por los pies. Mariano Rajoy, eres el ungido por Cristo Rey y Santiago Apóstol para acaudillar el rumbo de España en esta incierta jungla posmoderna y altermundista.

Con Rajoy al frente de la Nación, lograremos parar los pies (negros) a esa rata marxista con coleta llamada Pablo Iglesias y a sus huestes desarrapadas. Lograremos mantener la incipiente pujanza macroeconómica de España. Y mantener también el status de nuestras grandes fortunas y luminarias, que lo han dado todo por España y los españoles. Los impuestos bajarán y llegarán inversiones nuevas: la Ciudad del Juego, la Ciudad del Deporte, la Ciudad de la Tauromaquia y la Ciudad de la Gaviota, con diseño del insigne Santiago Calatrava. Gracias a Don Mariano nuestro país mantendrá firme rumbo hacia el amanecer de un nuevo Imperio, donde la Cruz, el euro, la hipoteca y el fútbol (y el Tour en julio) sean lo que mantiene amalgamada a nuestra inmortal Nación y sus buenas gentes.

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¡Español! Tu Patria te necesita A TI para frenar al populismo podemita. Únete al liderazgo del mejor jefe de Gobierno que hayamos tenido desde Miguel Primo de Rivera.

Si mis compatriotas creían que pasé a mejor vida allá por 2011, cuando Rubalcaba I el Delfín Psicópata me fusiló al amanecer, reaparezco ahora desde mi santuario astur y extiendo mi magisterio (inspirado por Santo Tomás y quina Santa Catalina) a través del proceloso océano virtual, pues la amenaza de cochambre populista, atea, comunista y masónica para mi Patria es gravísima. María Inmaculada Madre de Dios, el Niño Jesús, Cristo Redentor, Cristo Redivivo, los serafines, querubines, arcángeles y Marcelo nos observan desde las Alturas y desean que el 26J nuestro voto sea por Dios y por España. #MarianoPresidente. ¡Viva España! ¡Viva Cristo Rey! Por el Partido Popular hacia Dios, impasible el ademán.

A la segunda…

Si en enero, cuando en este mismo blog hacía mis cábalas sobre qué alianza post-electoral nos traería un nuevo Gobierno, hubiera sabido que estábamos abocad@s sin remisión a unas nuevas elecciones… pues no habría escrito tal entrada. Total, porque a fin de cuentas era perder el tiempo. Ahora parece que serán las refinitivas y no habrá unas terceras. Bueno. Eso creían también los sufridores hinchas del Atlieti después de Lisboa y… ¡volvió a haber ocasión! Lo del desenlace feliz es otro cantar (gol).

Pero sí, creo que esta vez a la segunda es cuando va la vencida. Más que nada, porque menudo perezote daría ir en diciembre de nuevo a las urnas. ¡Lagarto, lagarto! Nadie lo quiere, y de alguna forma se evitará. También hay otras razones de peso, que hacen que por vez primera un humilde servidor se movilice activamente en una campaña electoral: a diferencia de la convocatoria de diciembre, esta vez se ha alcanzado una candidatura amplia de unidad popular. Sí, Unidos Podemos, desde luego que sí. Mi rojiverdimorado corazoncito ya no estará roto, cuando me enfrente a la urna, entre Alberto y mi tocayo.

Sonrisa

Estos carteles pegaré esta misma noche. Conociendo mi proverbial «habilidad» manual, espero no empapelarme a mí mismo en vez de a muros y paredes.

Algo así venía deseando yo desde bien chiquito: que, ante una convocatoria general, la primacía del PSOE en la izquierda temblequeara. Demasiadas traiciones a su (supuesto) ideario. Y, por fin, demasiada buena memoria en la ciudadanía como para creerse añejas promesas, dichas sotto voce y envueltas en pana 2.0, acerca de proteger a las clases medias y trabajadoras de la voracidad de bancos, grandes empresas y lobbies que buscan (desde dentro y fuera de España) a todas horas minar los avances sociales conquistados desde el siglo XIX y cuestionar la función redistributiva de riqueza que un Estado ha de tener. Peor por supuesto ha sido la hegemonía gaviotil, crueles e implacables con l@s más débiles y obsequios@s con grandes y poderos@s. Y también corruPPt@s, MUY corrupt@s con amiguetes trajeados y engominados.

Pertenezco a una generación que crecimos en una España recién salida de la dictadura, en la que la Constitución se consideraba tótem irrenunciable por (casi) tod@s y en la que nos enseñaron que la Democracia había llegado para quedarse. Nos dijeron que la paz social también estaba asegurada gracias a la Democracia misma, y que «haciendo una carrera y sabiendo inglés te comerás el mundo». No advertimos, no pudimos o quisimos advertir, que subrepticiamente llegaban realidades a nuestro entorno que iban a minar nuestros proyectos vitales: burbuja inmobiliaria, el euro y su consecuente alza brutal de precios (no así salarios), la precariedad e incertidumbre laboral más allá de cumplidos los 30, el rígido mandato y control sobre las economías nacionales que ejerce el Banco Central Europeo, los rescates bancarios milmillonarios, las privatizaciones de lo hasta entonces público… cimientos de la situación actual, cocida a fuego lento por la avaricia desmedida e imperdonable de unos poc@s titanes bancarios y empresariales.

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Gentuza como ésta es la que pontifica, día tras día, cosiñas como «el contrato indefinido es del siglo XIX» o «trabajar más, cobrar menos».

Siempre he albergado inquietudes y simpatías políticas, pero no comencé a movilizarme activamente hasta la llegada del 15M, verdadero aldabonazo generacional para much@s de nosotr@s. El 15M puso sobre el tapete realidades y situaciones que hasta ese momento se conocían, estaban ahí, pero no habían entrado en el debate público como merecían. No en los medios generalistas, desde luego. En suma, el 15M era el grito de una generación entera que había descubierto que íbamos a vivir en general peor de lo que nuestros progenitores habían hecho. Que mientras ell@s pagaron casa durante 10/15 años, nosotr@s deberíamos hacerlo durante 30/40/50 si queríamos convertirnos en propietarios. Que, hoy por hoy, tener carrera e idiomas no significa gran cosa. Que 1.000€ habían pasado en pocos años de ser una miseria a ser un privilegio. Que pudiera ser que no tuviéramos pensión pública cuando fuéramos yay@s (señores y señoras: pasen por el banco. Planes de pensiones a gogó. ¡Me los quitan de las manos! ¡Hop, hop!). Y que la situación no parecía tener vuelta de hoja ni remedio alguno allá por 2011.

Y en éstas, poco a poco, el 15M fue cobrando materialización política. Tanto Podemos como IU (aunque sus militantes fueran vist@s con desconfianza aquellos días en Sol) podrían suscribir, así hoy como ayer, el ideario que aglutinó el 15M en su cuasi-total integridad. Otros partidos y medios trataron de difamarlo, de atacarlo, de hacer descacharrantes montajes afirmando que «allí huele a porro y sobaco». Pero pasó lo que temían los principales poderes fácticos de este país: que cobrara vuelo en las urnas. Y en éstas estamos.

Lo que escribí en enero acerca de que, tarde o temprano, la grosse koalition PP+PSOE+Ciudadanos sería servida en bandeja de plata al IBEX 35 y a la Comisión Europea, aún puede cumplirse. Si eso pasara, igual acierto en mi pronóstico de que tal solución requeriría la renuncia de Rajoy y la presidencia de Sorayita, quizás apoyada en tal aberrante tándem por una Susanota crecida y que ya habría movido la silla a Pdr Schz desde su califato andaluz. Pero igual lo que sucede, Satán Bendito así lo quiera, es que gracias a la unidad popular por fin la izquierda real escape del maléfico influjo de D’Hondt y estemos más cerca que en diciembre de configurar un Gobierno netamente de izquierdas. Rojo, que sé que a más de un@ le asusta.

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SuperPablo al acecho de los verdaderos enemig@s de la Patria y del bienestar del común de l@s españoles.

Y he ahí la clave: pese a que todas las encuestas le están reservando el papel de tercera fuerza en votos y representación parlamentaria, lo más probable es que a partir del 27J el PSOE sea protagonista absoluto de lo que vaya a pasar. Su concurso será absolutamente necesario para configurar uno de los dos posibles bloques de Gobierno: o bien sumar sus huestes a los conservadores-libegales de PP y C’s en coalición contra natura… o bien mirar a la izquierda, por donde Unidos Podemos les habrá adelantado claramente y solicitarán su ayuda para no sólo echar a Rajoy, sino para que llegue un CAMBIO auténtico a la Moncloa y no un mero RECAMBIO cosmético «Riverita-Pedrito-Sorayita style». Ése será el momento del PSOE de retratarse ante toda la sociedad española, y ante sí mismo.  De sus bases no pongo en duda su sincero socialismo y rojo corazón. De sus dirigentes… ejem, ejem. Demasiados antecedentes chungos en su Historia, insisto.

Sea como sea, el 26J espero que sea el día en que la situación de un país entero, de una sociedad, de varias generaciones, comience a redimirse. El día a partir del cual la concentración de cada vez más riqueza en menos manos decreció… y las clases medias y trabajadoras recuperaron su futuro, sus proyectos de vida y su dignidad. Unidos Podemos, ofcoursupuesto que we can, leñe. Sobre todo si el 27J el PSOE queda unido también… y quiere poder. ¿Poder es querer, y querer es poder? Muéstrenlo. Al fin y al cabo, sería para investir presidente a Pablo Iglesias II. Y el círculo (podemita o no) se cerraría.